La casa de Dunkeld, Alejandro el Glorioso y la Doncella de Noruega

La dinastía Dunkeld es el nombre dado a los reyes de Escocia entre 1034 y 1290, casi trescientos años, con un paréntesis, el de Macbeth, en 1040. Cuando digo «es el nombre dado» es porque es una construcción historiográfica, es decir, puesta por los historiadores después de esa época. Si viajas al reino de Alba del pasado, no les preguntes por la casa de Dunkeld, o te mirarán raro.Esta línea sucesoria también suele ser llamada los Canmores o MacMalcolm, en honor a Malcolm III, el señor que mató a Macbeth.

En esta época, la sucesión al trono escocés pasó de un sistema típicamente gaélico, la tanistría (del inglés tanistry), a un sistema de primogenitura. La tanistría se caracterizaba por ser un lío del copón y dar más problemas que beneficios.

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Las Islas Orcadas. Sin vikingos ganan mucho.

La Escocia de los siglos XI y XII es un país más influenciado por las culturas vecinas de lo que estará después, con los Bruce y los Estuardo. El reino está situado entre Inglaterra y Noruega, y muchos de los reyes escoceses jurarán homenaje a monarcas ingleses, mientras que, por su parte, los vikingos controlan Caithness, las islas Hébridas, las islas Orcadas y la isla de Man.Los reyes de la dinastía Dunkeld, atrapados, como dicen los ingleses, entre una roca y un sitio duro, buscaron un equilibrio que les permitiera sobrevivir entre sus poderosos vecinos, aliándose a veces con otros países, como Francia, con quien siempre han tenido una relación diplorromántica muy bonita. Otra novedad vino de también de Francia: después de la conquista normanda de Inglaterra en 1066, muchos señores normandos y sus instituciones llegaron a Escocia, se adoptaron el sistema feudal y el derecho romano.

 

El último rey de la dinastía es Alejandro III, llamado el Glorioso. Antes de ser llamado así, era un rey de ocho años cuya coronación dio paso a un periodo de inestabilidad, cuando debido a su minoría de edad, se creó un Consejo de Regencia, que pasó a estar formado por los nobles del Reino. Aún así, tan mal no le educarían, ya que  una vez crece, en su reinado Escocia experimenta un gran desarrollo económico.

Alejandro no es, efectivamente, un nombre muy gaélico. Entre muchos Malcomn y Duncan, el primer rey con este nombre fue llamado así en honor al Papa Alejandro II. Este rey, Alejandro I, era el quinto de sus hermanos, que tenían nombres mucho más propios de las islas británicas: Edward, Edmund, Ethereld y Edgard. Sí, probablemente les confundirían todo el rato.

Cerramos paréntesis. Alejandro III  compra a Noruega de la isla de Man y de las islas Hébridas, por las que había luchado sin éxito contra los noruegos el año 1263 en la guerra noruego-escocesa. Por esos territorios pagó 4000 marcos, además de una renta de duración indefinida de otros 100 marcos anuales. Se ve que guardaron el recibo para futuros historiadores.

Se casó con Margarita de Inglaterra, hermana de Eduardo I, que reclamará el trono escocés en base a esto. Tienen una hija, Margarita, que se casa con Erik de Noruega y muere en Tønsberg dando a luz a una niña, llamada ¡oh, sorpresa! Margarita.

Cuando Alejandro III muere sin hijos varones en un accidente de caballo, su nieta tiene tres años y es princesa de Noruega. Temiendo la influencia que pudiera tener el padre, Erik II de Noruega, y el comienzo de otra guerra civil, los nobles escoceses acudieron a Eduardo I de Inglaterra. Vivirían para arrepentirse de ésto. Margarita es prometida al hijo de éste, el futuro Eduardo II de Inglaterra.

220px-margaret_maid_of_norwayMargarita era llamada la doncella de Noruega, un nombre que ha quedado en la Historia, en mi opinión por lo romántico que suena, no porque la chica hiciera nada. Esto no es culpa suya, ya que sólo tiene siete años cuando sale puerto noruego de Bergen hacia Escocia. Debido a su delicada salud falleció antes de llegar a puerto, a la edad de 7 años, el 26 de septiembre de 1290, frente a la costa de las islas Orcadas (Orkney en inglés). El barco da la vuelta y Escocia se queda sin reina ni rey. Es el fin de la casa de Dunkeld

Empieza un nuevo capítulo que cuenta con Eduardo I de Inglaterra, la casa de Bruce y William Wallace como protagonistas. Pero ésa es otra historia.

 

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